Una de las cosas que más presente debe tener un copywriter, es la forma en que redacta sus artículos y los títulos que elige ponerle. Muchas veces, los escritores suelen dedicarle horas a la narrativa, pero al momento de presentarlos caen con el mismo peso de su esfuerzo de trabajo. Te explico por qué.

El aburrimiento es el peor enemigo del copywriting

El hombre moderno vive en un mundo de inmediatez, es decir, todo pasa rápido, compacto y sin detenerse, por lo que el hombre va a un ritmo acelerado, donde sus investigaciones acerca de un tema deben ser precisas, explicativas y amenas.

El problema con algunos copywriters y escritores en general, es que no se toman el tiempo suficiente para escribir el enganche principal de todo texto. El título es a lo que me refiero. No podemos escribir una historia de terror sobre una bruja con una historia muy profunda y colocar como título “la bruja malvada”.

Te digo esto porque si bien, te puede gustar el terror, si lees un libro con un título así pensarás que es algo para niños, muy banal, superfluo y sin una buena temática que te pueda enganchar.

Tal cual sucede al momento de hacer copywriting. No podemos iniciar un texto diciendo por ejemplo, “El mejor refresco del mundo es Coca-Cola”. Esa tumba todos los principios de copywriting que existen. Un título debe generar una duda, una intriga, hacer sentir identificado al lector, predisponerlo a saber qué va a leer y sobre todo, tiene que ser verdadero.

El error más grande que puedes cometer, es el de ofrecer respuestas a una duda acerca de, digamos, la preparación de un café, y termines dando publicidad a la marca que te contrató como copywriter en todos los párrafos y al final no expliques cómo se hace el café.

Tan importante es el título como el encabezado. Éste debe invitarte a que continúes leyendo de una forma muy directa, pregúntale algo al lector, rétalo a que investigue en tu artículo sus dudas, ofrécele una respuesta clara que debe conseguir en cada párrafo, pero no hagas un encabezado vacío.

Cada texto puede empezar entonces por dar una introducción de cómo lograr algo, de conseguir respuestas y soluciones inmediatas a tus problemas o deseos, y puede generar intriga advirtiendo que revelarás secretos sobre el tema.

Un buen copywriter se preocupa por cómo le habla a sus lectores, puedes recurrir a la formalidad y seriedad mientras tengas que hablar temas sumamente delicados, o puedes usar el método que estoy aplicando ahora mismo, que es tratar de “tú” al lector. Decirte las cosas con un lenguaje de “usted” puede generar cierta seriedad pero también distanciamiento, ahora, si te digo “tú”, puedo acercarme más a ti como lector y hacerte sentir más familiarizado ¿No lo crees?

Esto que acabo de preguntarte, también es una técnica de un buen copywriter o escritor en general. Te ofrezco una pregunta al final de un párrafo, no te la respondo sino hace falta, la puedo dejar para que la analices o puedo intentar responder por ti para hacer contraste entre lo que tú crees o sabes, y lo que yo escribo. Por cierto, ¿No has notado una línea en común con todos los párrafos?

Siempre intento mantenerte leyendo párrafos de no más de cinco líneas. Alargarte en un solo tema puede también producir un agotamiento y aburrimiento. Las ideas deben ser precisas, explicadas de manera clara y sin tanto rodeo, si es necesario repetir algo, hazlo con un ejemplo distinto en el siguiente párrafo.

Entonces, ser claro, ameno, cercano y poseer un buen título y encabezado son las mejores formas de enganchar al lector y sobretodo, mantenerlo creyente de que lo que lee es simplemente una narrativa más sobre alguna investigación, y no que de trasfondo todo es un tema de mera publicidad.

 

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Autor invitado: Angel Dichy
Foto vía: Thomas Leuthard